lunes, 6 de febrero de 2017

KAROSHI ó muerte por exceso de trabajo.

Karoshi (過労死 karōshi?) que podríamos traducir como muerte por exceso de trabajo, es el término que se utiliza para referirse a un fenómeno social típicamente japonés que se ciñe al ámbito laboral. Desde 1987, fecha en la que el Ministerio de Sanidad de Japón lo reconoció, se habla de Karoshi para referirse al aumento de la tasa de mortalidad por complicaciones debidas al exceso de horas de trabajo, destacando como principales afecciones los derrames cerebrales y los ataques cardíacos.
 
Según recoge la Wikipedia, el primer caso conocido data de 1969, cuando un hombre de 29 años que trabajaba en el departamento de embalaje de una gran compañía periodística fallecía por un ataque cardíaco.
 
Para entender este proceso debemos comprender también el modelo japonés de sociedad y su relación con la empresa, que cuenta con largas jornadas laborales, pocos días de vacaciones y una presión de la jerarquía social vertical y de los roles preestablecidos.

Tal y como recoge, muy acertadamente, el blog de japonismo, el modelo de empresa se ve como el de una familia: básicamente, el sarariiman -o trabajador asalariado- se dedicaba en cuerpo y alma a su empresa y ésta, a cambio, le ofrecía trabajo de por vida, aumentos salariales y de rango según la antigüedad y otros beneficios -como vivienda pagada o posibilidad de llevar a sus hijos a ciertas escuelas e institutos de prestigio, por ejemplo-. Esto genera un sentimiento de deuda y dedicación que desemboca en el Karoshi.
 
Pero el Karoshi no sólo se refiere a las víctimas mortales si no que también alude a los que lo han sufrido y han sobrevivido, esto es importante porque a la hora de reclamar las indemnizaciones no serán las mismas, ni para la víctima (obviamente), ni para sus familiares.
 
Así, para que los tribunales reconozcan la existencia de Karoshi en el accidente laboral los afectados deberán haber realizado un mínimo de 100 horas extra en el mes previo al hecho. Por otro lado, debemos tener en cuenta que si el empleado sufre un accidente derivado de la fatiga que produce la sobrecarga laboral, aunque sea en el lugar de trabajo, si el trabajador no acredita el exceso de horas extra no se considerará Karoshi.
 
Las cifras que citaba el gobierno japonés en el año 2005 ascendían a 355 víctimas de accedente laboral, de las cuales 147 habían sido mortales. En el año 2015, el Ministerio de Trabajo de Japón reportaba un número de víctimas de 2.310.
 
La acreditación de estas circunstancias implica dilatados procesos judiciales, para lo cual el Consejo Nacional de Defensa de las Víctimas de Karoshi -institución de apoyo a familiares y víctimas- ayuda a obtener las compensaciones asesorando y apoyando en los litigios y gestiones. Según el Consejo, el número de trabajadores afectados por esta situación alcanza los 10.000 anuales. En el caso de que un juez reconozca la existencia la muerte como accidente laboral por Karoshi las indemnizaciones, según la BBC, alcanzan unos US$20.000 por parte del gobierno y pagos de hasta US$1,6 millones por parte de la compañía.


El fenómeno no es exclusivamente japonés, se ha extendido a otros países, y es reconocido en Corea del Sur, Estados Unidos y México que encabeza el número de horas semanales por trabajador. En España, las estadísticas registran entre un 7 y un 12% de personas que mantienen una relación patológica con su actividad profesional. Por otro lado, un informe de la OIT arrojan un 8% de españoles en activo que dedican más de 12 horas diarias a su profesión para dejar a un lado sus problemas personales. En Japón las cifras llegan al 20%. 

La sintomatología del Karoshi refiere ansiedad, incapacidad para desconectar en el tiempo libre o las vacaciones, sentimiento de culpabilidad cuando no se trabaja, entre otras. En otros casos los síntomas hablan, o van acompañados, de dificultades para dormir, problemas gastrointestinales y habituales dolores de cabeza.

Para saber más, y las posibles causas -como si es posible morirse por el estrés o es una combinación de varias enfermedades mal diagnosticadas- es muy recomendable el artículo de la BBC, en el cual se recoge la que parece ser la principal causa, el gran número de horas que permanece la víctima en la oficina. Son los largos períodos de tiempo que permanecemos frente al escritorio los desencadenantes.

Fuentes: Wikipedia, Muy interesante, japonismo.com, BBC